Siempre disfruté de tener niños a mi cuidado, y aunque ser educadora infantil no fue mi primera elección, terminé llegando por vocación.

 

Cuando me gradué de la secundaria, soñaba con ser artista, lo que me llevó a experimentar en la carrera de producción de TV para finalmente formarme en actuación para teatro y TV.

 

En 2004 empecé a dictar clases de teatro para niños en situaciones vulnerables a través de una fundación y disfruté tanto de lo que hacía que en 2006 fundé ArtEscuela donde, junto a otros profesores, impartíamos clases de música, teatro y danza para niños y realizábamos muestras anuales donde participaban todos los alumnos.

 

Ya inmersa en el mundo de la educación, inicié mis estudios de educación infantil y en 2013 di el salto al preescolar y empecé a ejercer como docente de educación inicial.

 

Paralelamente a mi rol como docente, inicié un camino de búsqueda personal que me diera herramientas para gestionar mejor mis emociones, fortalecer mi autoconcepto y obtener mayor bienestar, y fue así como llegué a la práctica de yoga y meditación y a prácticas complementarias como la aromaterapia, flores de Bach, risoterapia y reiki.

Decidí integrar de manera intuitiva algunas actividades de yoga en mi salón de clases, y quedé maravillada con la respuesta de los niños. Este descubrimiento me llevó a certificarme como instructora de yoga para niños, marcando el inicio de un emocionante viaje que me llevaría a explorar el mundo del mindfulness y la disciplina positiva.

 

En 2019, di un paso más y fundé Macaco Yoga, un proyecto destinado a acercar estas valiosas herramientas a través de clases dinámicas y entretenidas, y compartir actividades prácticas e información en la cuenta de instagram @macacoyoga

 

Pero mi visión no se limita al aula. Comprendí la importancia de llegar a los maestros y a las familias para tener un impacto más significativo en la vida de los niños. Así que comencé a impartir talleres para familias e instituciones educativas, compartiendo mi conocimiento y experiencia con aquellos que están comprometidos en guiar a las futuras generaciones.

 

Mi viaje es una mezcla de descubrimientos, aprendizajes y la satisfacción de saber que cada pequeño paso que doy contribuye a la formación integral de los niños y niñas a los que tengo el privilegio de acompañar.